Historia fundacional de nuestra Cofradía

 FUNDACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD

Indulgencias de Pio IX. 
 Pío IX, por sus letras apostólicas en forma de breve de 13 de junio de 1871, concedía una serie de indulgencias a una asociación de fieles de ambos sexos, canónicamente erigida en la Iglesia del Hospital de San Juan de Dios de Murcia. Según el citado documento, el nombre de aquella asociación respondía al de Asociación Religiosa de Católicos, Apostólicos, Romanos, cuya misión se concretaba en la ejecución de numerosas "obras de caridad y piedad cristiana". 
 Hacía quizá unos meses -"poco ha", se dice en el Breve- que el presidente de esta Asociación, D. Juan Antonio Sáenz de Tejada, y el socio mayor, D. José Antonio Alcarria, se habían dirigido al Papa suplicándole la obtención de las gracias espirituales, que normalmente se concedían a las Cofradías y Hermandades, confiados que de este modo la Asociación recibiría "cada día mayor incremento". 
 Esta Asociación estaba canónicamente erigida en la Iglesia del Hospital de San Juan de Dios de Murcia. La aprobación pontificia la había recibido a mediados del siglo XVI. 
 No cabe duda que se trataba de la Cofradía del Cristo de la Salud, pues el Breve se encontraba en la capilla del Cristo de este título y en el mismo se hablaba de una asociación erigida en la Iglesia del Hospital de San Juan de Dios. 
 No es extraño que en la historia de una Cofradía se aprecien cambios de nombre e incluso de objetivos con el paso del tiempo. 

Origen y evolución de la cofradía 
 Según Carlos Valcárcel, su origen podría estar relacionado con una asociación con el nombre de Cristo de la Salud ya existente en tiempos de los Reyes Católicos, que se dedicaba a realizar obras de caridad y a la enseñanza de la doctrina cristiana. 
 Esta Asociación ejercitaba su labor caritativa atendiendo a los enfermos del Hospital de Santa María de Gracia. Quizá actuaba sin unas constituciones, cosa no extraña entre las varias asociaciones de fieles que existían en la Diócesis. 
 Las primeras Constituciones se deben al Breve de 5 de enero de 1540. 
Durante el pontificado de D. Mateo Lang, el Deán y Cabildo de la Iglesia de Cartagena, como patronos y fundadores de la Iglesia y Hospital de Santa María de Gracia de Murcia, deciden solicitar de la Santa Sede la incorporación del murciano al de "Sancti Spiritus in Saxia" de Roma, con el fin de aumentar el culto divino y la fama del Hospital, debido al prestigio que daba esta vinculación. el beneficiado D. Alfonso Quiñonero se encarga de preparar la solicitud, que se envía a Roma con fecha de 28 de octubre de 1539. En ella solicitaba dos favores: la vinculación del Hospital murciano al citado de Roma y la concesión de poder erigir una cofradía con el personal dedicado a la atención de los enfermos. La respuesta está firmada en Roma por Pulo III el 5 de enero de 1540. Se conceden ambas peticiones. 
 La Iglesia y Hospital de Santa María de Gracia quedaría incorporada al romano de "Sancti Spiritus" bajo su especial protección para siempre, gozando, al mismo tiempo, de todos y cada uno de los privilegios, facultades, indulgencias, favores, indultos y exenciones que disfrutaban los miembros del Hospital papal, tanto en el presente como en el futuro. 
También concedía la erección de una cofradía, integrada por fieles de ambos sexos. Sus cofrades podían ganar todas las indulgencias, inmunidades que gozaban los del Hospital de "Sancti Spiritus in Saxia".   Esta concesión papal exigía la elaboración de unas Constituciones que coincidiesen en lo esencial con las del Hospital romano. 
 Existía en Murcia el Hospital de San Julián, que se refundió con el de Santa María de Gracia, y estaba instalado en el antiguo Alcázar real, bajo el patronato del Cabildo catedralicio y el Concejo murciano.  
 En 1617 se confió su atención a los Hospitalarios de S. Juan de Dios, que añadieron al nombre de Sta. María de Gracia, el de Buen Suceso, por haber traído con ellos a Murcia en 1613 una imagen de la Virgen, venerada con este título. A partir de entonces la Asociación seguirá atendiendo a los enfermos del Hospital, colaborando con los Hospitalarios de S. Juan de Dios y sufriendo los efectos de los ataques que contra éstos y el mundo monacal y religioso se vivirá en el futuro. Con el advenimiento al poder de los liberales, comienza una difícil etapa en la historia de los Hospitalarios en España.
 La Congregación española de la Orden comprendía España y Portugal, con los dominios de ambos países. Por la orden gubernativa de 25 de julio de 1835, suprimiendo las comunidades religiosas con menos de doce individuos profesos, sólo quedaron abiertos los hospitales de Madrid, Granada, Jaén, Málaga, Sevilla y Cádiz. Al de Murcia, por tanto, le afectaba la citada orden de clausura, si no en cuanto a la desaparición del Hospital, sí a la atención del mismo por parte de los Hospitalarios. Con el decreto de 9 de marzo del año siguiente sólo permanecieron abiertos los hospitales de Madrid y Sevilla; los otros se cerraron. 
 La Congregación española se consideró extinguida en 1850, al fallecer el 11 de marzo su último general, el P. José Bueno y Villagrán. El año 1867 se inicia la restauración de la Orden en España, promovida por el P. Juan María Alfieri, general de la Congregación italiana, llevada a cabo por el P. Benito Menni, bajo los auspicios de Pío IX. Se incorporan las nuevas fundaciones bajo la obediencia del general de Roma, formando ya la Orden un solo cuerpo. El regreso a Murcia de los Hospitalarios supuso para la Asociación un renacimiento espiritual. Renace dentro del clima eclesial de mediados del siglo XVIII. Sin dejar de ser fiel a su glorioso pasado, surge remozada y actualizada con gran inquietud por la defensa de la fe católica y los derechos de la Iglesia. No son fáciles los años que preceden y acompañan a la celebración del concilio Vaticano I (1869-70), tanto para el Papado como para la Iglesia de España. Ante los continuos ataques que Pío IX recibe de los revolucionarios italianos, que culminarán con la anexión de los Estados Pontificios a la naciente monarquía italiana, llegan adhesiones al Papa desde todos los rincones del mundo católico, organizadas por el episcopado de los diversos países. 
 En España, la caída de la monarquía en 1868, deja paso a la revolución, desatándose todas las pasiones anticlericales, iniciándose una dura persecución contra la Iglesia. Como siempre, la Compañía de Jesús es la primera víctima, siendo expulsados sus miembros, para suprimir poco después las demás Ordenes religiosas, despojándolas de sus bienes. 
 La reacción católica ante tantos desmanes no se hace esperar. En 1868 se funda la Asociación de Católicos, bajo la presidencia del marqués de Viluma. Se trataba de la primera organización de católicos cuyo fin era encauzar la acción testimonial del laicado español en todos los campos. Estaba organizada por personajes de la nobleza, de la política y figuras relevantes de la cultura. Pronto lograron reunir tres millones y medio de firmas en pro de la unidad religiosa de España, que elevaron a las Cortes en 1869. 

Las Indulgencias 

Suponemos que nuestra Asociación surge dentro de este clima, pues el nombre de Asociación Religiosa de Católicos, Apostólicos, Romanos, y el pertenecer sus restauradores a las mejores familias murcianas, lo avalan. Esta adaptación de los ideales religiosos y apostólicos de la vieja Asociación del pasado con la difícil situación de la Iglesia, y teniendo presente que la restauración de la Orden de S. Juan de Dios se lleva a cabo en España bajo el patrocinio de Pío IX, nos hace pensar que facilitó la rápida concesión por parte de la Santa Sede de una serie de indulgencias a los socios de la Asociación. Las asociaciones de fieles tenían a gala el exhibir las indulgencias concedidas por la Santa Sede, y según el número de las logradas, se consideraba la importancia de la misma. En este sentido se expresa el Papa, pues concede numerosas gracias, esperando que "tal Asociación reciba cada día mayor incremento". Se inicia la recepción de estas gracias con el ingreso en la Asociación, logrando indulgencia plenaria: sólo se requería recibir previamente el sacramento de la confesión y de la eucaristía. A los adscritos se concedía indulgencia plenaria en la hora de la muerte; si no podían recibir los citados sacramentos, al menos que estuvieran arrepentidos de sus pecados, invocando con devoción el nombre de Jesús. La visita a la Iglesia de San Juan de Dios en determinados días, llevaba consigo el logro de abundantes indulgencias. También la asistencia a cualquier procesión autorizada por el Obispo, especialmente las del Santísimo. Se podían ofrecer indulgencias a los difuntos a modo de sufragio, sobre todo, cuando se celebraba una misa en cualquier altar de la citada Iglesia. El Papa revocaba cualquier concesión papal hecha anteriormente a la citada Asociación, insistiendo que estas gracias durarían "perpetuamente para lo futuro". Como ya era habitual en las letras apostólicas en forma de breve, el documento finalizaba indicando el lugar -"dado en Roma junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador"-, la fecha -"día 13 de junio de 1871 "- y el año del pontificado del Papa -"de nuestro pontificado año 25°"-.

LA ASOCIACIÓN DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD: CONVERSIÓN EN COFRADÍA PASIONARIA APUNTES HISTORICOS 1957-1997.

Salvador Guijarro Cabrera Ex-Canciller Secretario de la Venerable Asociación José María Vinader López-Higuera Teniente-Comendador Honorario de la Venerable Asociación Miguel López García Ex-Canciller-Secretario de la Venerable Asociación

LA CONVERSION Al iniciarse el Curso Académico 1956-57 un grupo de estudiantes universitarios, vinculados a la Congregación de los Luises, plantea que en Murcia, a excepción de lo que ocurre en otras ciudades con tradición pasionaria, no existe ninguna hermandad o cofradía que agrupe a los estudiantes. Desde el primer momento, animados por el Capellán del Hospital Rvdo. D. Antonio Moreno Imbenón, acordaron no fundar una cofradía sino reavivar la que desde antiguo subsistía en la Capilla del Hospital (Iglesia de San Juan de Dios) como Asociación Hospitalaria ligada a la del Sancti Spiritu, que en esa fecha estaba compuesta por siete Hermanos que mantenían hacia el Cristo titular los cultos que prescribían las Constituciones aprobadas por el Obispo Mateo Lang el 5 de Enero de 1540. Por este motivo se elige como imagen para procesionar la del Santísimo Cristo de la Salud existente en la citada Iglesia tomando como color de la agrupación el rojo identificativo de la Orden del Sancti Spiritu así como la Cruz Potenzada, insignia de dicha Orden Militar. Previamente se remite a la Comendadora Cabeza de la Orden, con residencia en Sevilla, Diócesis Hispalense, la documentación que vincula la Asociación Murciana a la Orden desde el siglo XVI. Asimismo se acuerda que el escudo que figurará tanto en el sello como en el estandarte de la restaurada Asociación será el siguiente: "... en el centro figurará la Cruz Potenzodo del Sancti Spiritu en blanco, bajo ella la granada símbolo de S. Juan de Dios. Alrededor lo corona de espinas del Redentor y rematando todo, la antigua Corona Real de Castilla como exponente de los numerosos privilegios concedidos al Hospital por el Rey Alfonso X el Sabio, cuyas entrañas y corazón se guardaron en este Templo hasta que por decisión regia del Rey-Emperador Carlos 1 se trasladaron a la Sta. Iglesia Catedral cumpliendo la orden dada en Toledo el 5 de agosto de 1529,....." (Libro de Actas de la Asociación, folio 4) Una vez configurado el grupo y decididos a procesionar con el Santísimo Cristo de la Salud en la Semana Santa de 1957, se acordó, que considerando, por una parte que el carácter que se quería dar a la Procesión se identificaba plenamente con el orden, silencio y recogimiento que seguía la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate con Sede en la Parroquia de San Juan Bautista, y por otro que la Iglesia de San Juan de Dios donde recibe culto el Santísimo Cristo de la Salud estaba dentro de la jurisdicción de la misma Parroquia, se solicitaría de la Hermandad del Rescate, en su Cabildo General de Enero de 1957, ampliar la procesión de Martes Santo con el tercio y trono de la Salud, aunque estos saldrían de la Capilla del Hospital y ostentarían los colores e insignias de la antigua Asociación. Presentada la propuesta en el Cabildo antes mencionado, y confiando en una respuesta favorable, se suceden los trabajos para la confección de túnicas (que serían lo más similares, en forma, a las de la Hermandad del Rescate), conseguir unas andas con que procesionar al Santísimo Cristo (que fueron cedidas por la Cofradía del Cristo del Refugio), aumentar el número de Hermanos para poder formar el tercio, etcétera. Realizados todos los preparativos, en los primeros días del mes de Marzo, cuando faltaba menos de un mes para las celebraciones de Semana Santa, la respuesta de la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate fue contraria a lo solicitado por lo que los asociados del Cristo de la Salud, que habían puesto todas sus ilusiones en organizar la procesión para ese año, haciendo, por otra parte, un gran esfuerzo económico, adquiriendo unas deudas que casi no se podían permitir por tratarse en su mayoría de jóvenes estudiantes, deciden, siempre apoyados por el Rvdo. D. Antonio Moreno Imbernón, que no es momento de echarse atrás, por lo que será preciso conseguir del Ordinario de la Diócesis de Cartagena: 1º. Aprobación de un Reglamento que, basado en las constituciones del siglo XVI, sirva para el gobierno de la Asociación. 2º. Autorización para usar los títulos: correspondientes a la antigua Asociación que desde un primer momento se intenta reavivar. 3°. Adjudicación de un día, dentro de Ia Semana Santa, para sacar la procesión. Las gestiones se intensifican y pronto se obtienen los primeros resultados ya que el ó de Marzo, tras el informe favorable del Fisca del Obispado, D. Ramón Sanahuja y Marcé, Excmo. y Rvdmo. Obispo de Cartagena aprueba el Reglamento, y el día 15 de mismo mes se comunica que el Obispo autoriza la reivindicación de los antiguos títulos por lo que, con todos los derechos, la Asociación podrá denominarse en lo sucesivo Pontifica, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Santísimo Cristo de la Salud. Previamente, el día 10 de Marzo, y conforme a los cargos propios de las Ordenes Militares, se constituye la primera Junta Directiva de la siguiente forma: "... Prioste Rvdo. Sr. D. Antonio Moreno Imbernon, Teniente-Comendador de Hermano Mayor D. Miguel Navarro Alcaraz, ViceTeniente-Comendador D. Enrique Maestre Martínez, Canciller Secretario y Archivero D. Salvador Guijarro Cabrera, ViceSecretario D. Carlos Fidel Rodríguez Guillamón, Tesorero Contador D. Luis Garrido Guzmán, ViceTesorero D. José María Vinader López-Higuera, Vocal de Cultos D. Francisco Vinader López-Higuera, Vocal de túnicas D. Julian López Pérez, Vocal de estantes D. Luis de Teresa de Teresa, Regidor Mayor de Procesión D. Alfonso Polazón Brugarolos y Vocales D. Federico López-Higuera Seiquer, D. Joaquín de Teresa de Teresa, D. Blas Alboladejo Franco y D. Manuel Bolibreo Aguilar..." (Libro de Actas de la Asociación, Folio 2 - 10 de Marzo de 1957) Aunque se trabaja intensamente y con rapidez, el tiempo corre en contra y aún quedaba por solucionar un problema de vital importancia: el día en que saldría la Procesión. Sin embargo y aunque el deseo mayoritario de los asociados era desfilar Martes Santo, el día 1 de Abril el Obispo se pronuncia al respecto y ordena textualmente que la Procesión del Santísimo Cristo de la Salud salga de la Iglesia de San Juan de Dios, a las 21'00 horas, el día de Viernes de Dolores. Salvados los primeros inconvenientes, todo se centra en la organización de la primera procesión. El día 3 de Abril actuando como madrina del acto María Dolores Alfin, el Vicario General de la Diócesis D. Juan de Dios Balibrea bendice el estandarte de la Asociación que había sido bordado en los talleres de Casa Lucas. Igualmente, se acuerda nombrar Camarera del Santísimo Cristo de la Salud a Carmen Martínez de Izaguirre, Sra. de Virgili. Después de todo el entusiasmo vertido en el proyecto y de los problemas que hubo que solventar en los tres primeros meses de 1957 para la organización y puesta en marcha de la Asociación y su Procesión, aún surgió otro desengaño ya que el Viernes de Dolores, 12 de Abril, no dejó de llover en todo el día con lo que no pudo salir el cortejo a la calle y tuvo que aplazarse al Sábado día 13, partiendo del Portón anexo a la Iglesia de San Juan de Dios y desarrollándose como se había previsto con el siguiente orden: "... abría marcha la Banda de trompetas y tambores de la Cruz Roja, seguía el estandarte y tenebrarios, a continuación 1er Tercio compuesto por 28 mayordomos alumbrantes portando cera roja, trono del Venerado Titular portado por 32 mayordomos, seguía el 2° tercio de 28 alumbrantes, Cruz alzada, representación de la Curia, Mesa presidencial de la Cofradía (Teniente-Comendador, Prioste, Canciller-Secretario y Tesorero), autoridades Civiles y militares cerrando el cortejo la Banda de Música de Beniaján...."(Libro de Actas de la Asociación. Folio 6.) Y por el itinerario que sería tradicional hasta 1962: "... Calle Eulogio soriano, Plaza de Belluga, Cl. Conde del Valle San Juan (Frenería), Jara Carrillo, Calle y Plaza de San Pedro, Lencería, Plaza de las Flores, Sta. Catalina, Gran vía, Platerio, Cl. Príncipe Alfonso (Trapería), Plaza de la Cruz; Barrionuevo, Plaza de Cetina, Cl. Isidoro de la Cierva y Eulogio Soriano para entrar en el Templo..." (Libro de Actas de la Asociación, Folio, 3, 1. Abril de 1957). Por último, tal como se había aprobado para concluir anualmente los actos Cuaresmales, se celebra la tarde de Jueves Santo, en la Iglesia de San Juan de Dios, un solemne Vio Crucis. En él los cofrades visten traje oscuro y capa roja como representación del hábito del Sonti Spiritu. Pasada la Semana Santa de 1957 se presenta como necesidad urgente la restauración de la Capilla del Santísimo Cristo de la Salud que desde hacia muchos años presentaba un estado lamentable. Las gestiones las realiza el vocal de Cultos y Sufragios Francisco Vinader López-Higuera, sin poder conseguir ninguna subvención de la Diputación Provincial, por lo que el 10 de Mayo de ese año la Junta de Gobierno decide que tendrán que ser los asociados, con la ayuda de las limosnas recogidas los domingos en San Juan de Dios, los que sufraguen el gasto de la restauración de la Capilla. Se trabaja todo el verano para poder recoger fondos pero la falta de recursos hará que la rehabilitación se limite a la adquisición y colocación de un dosel de terciopelo rojo, y al pintado general de la Capilla. Como ya hemos apuntado con anterioridad, y aunque la Asociación nunca fue excluyente por razones de ocupación o tendencias políticas, se daba la circunstancia de que el grupo inicial con que se constituyó la Junta de Gobierno eran jóvenes monárquicos. Recordemos que desde el 16 de Mayo de 1946 ya existía en Murcia un grupo presidido por el Marqués de Rozalejo, estructura do en torno a D. Juan de Borbón, que cada año, el 28 de febrero, celebraba en el Templo de San Bartolomé una Misa Funeral por S. M. el Rey Alfonso XIII. Sin embargo, hasta 1961 no les fue permitido a los monárquicos de Murcia reunirse de manera abierta y legal en el aprobado "Círculo Cultural Jaime Balmés". Por tanto, cuando el 20 de Mayo de 1957 la Junta decidió ofrecer la "Presidencia Efectiva" a SS. AA. RR. los Serenísimos Señores Condes de Barcelona, que los jóvenes asociados prodrían haber encontrado reticencias por parte de los políticos del régimen franquista, aunque ello finalmente no fue así, y gracias a la destacada intervención del Marqués del Rozalejo y del Vado, el 8 de Junio de 1957 se recibe un oficio de la Casa de S.A.R. comunicando textualmente lo siguiente: "...Sus Altezas Reales los Serenisimos Señores Condes de Barcelona se han dignado aceptar lor cargos, respectivamente, de Hermano Mayor y Protectora Camarera Mayor de la Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Stmo. Cristo de la Salud, de Murcia, correspondiendo al acuerdo formulado por la Junta de Gobierno de esa Asociación.- Lo que de Orden de SS.AA.RR. tengo el honor de comunicar a Vd. para conocimiento y demás efectos.- Dios guarde a Vd. muchos años, -Estoril 5 de Junio de 1957.- Firmado, Duque de Sotomayor". Este nombramiento no se hizo público hasta ocho meses después, siendo el Canciller-Secretario, quien lo comunicó al Diario "La Verdad" el 4 de Febrero de 1958. Poco después, y a través del Marqués de Rozalejo, Sus Altezas Reales enviaron dos fotografías dedicadas que hoy se conservan en la sacristía de la Iglesia de San Juan de Dios como testimonio de su vinculación a la Asociación del Santísimo Cristo de la Salud. Igualmente, y hasta 1975, año en que la Monarquía fue restaurada en su hijo el Príncipe Juan Carlos de Borbón, el Conde de Barcelona designó cada Semana Santa una persona para que le representase durante la Procesión de Martes Santo, de forma que participaron en el cortejo, por delegación regia, el Marqués de Rozalejo y del Vado, Marqués de Casa Tilly, Conde de Heredia ,Spinola, Conde de Motemar, Conde de Tovar, Marqués de Campo, Marqués de Pidat Conde del Valle San Juan, etcétera. Como desde un principio la Asociación se consideró, y como tal fue reconocida por la autoridad eclesiástica, la continuadora de la antigua Asociación Hospitalaria, la Junta Directiva, y muy especialmente Alfonso Palazón Brugarolas seguía investigando toda la documentación de los siglos anteriores. En Diciembre de 1957, se constata que Francisco Javier Girón, Primer Duque de Ahumada y fundador, en 1844, de la Guardia Civil, era representante de la Asociación en Madrid. Por ello, se crea una comisión para solicitar del Director General de la Guardia Civil que aceptase ser Hermano Mayor Honorífico de la restaurada Asociación del Santísimo Cristo de la Salud de Murcia. En Marzo de 1958, se recibe la contestación aceptando el nombramiento, por lo que "el Excmo. Sr. Director General del Benemérito Cuerpo, tiene a bien nombrar al Ilmo. Sr. Coronel del Tercio de la Guardia Civil en esa Capital, para que en lo sucesivo le represente en el desfile procesional... " (Libro de Actas de la Asociación.- Folio 9). En este mismo año con la intención de engrandecer la Procesión, se produce el hermanamiento con la Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de los Estudiantes de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo de la Penitencia, de Elche. Con todo ello, cuando el Viernes de Dolores, 28 de Marzo de 1958, salió a las calles de Murcia la primera procesión de Semana Santa, causó una grata impresión en todos los que la presenciaron, ya que además de los ciento ocho Hermanos Hospitalarios (20 más que en 1957) que acompañaban al Santísimo Cristo de la Salud, cuyo arreglo floral sufragó su nueva Camarera, Francisca Soubrier Zarandona, en la presidencia representaba a S.A.R. el Conde de Barcelona el Marqués de Rozalejo y del Vado vistiendo uniforme de gentilhombre de cámara de Su Majestad, y al Director General de la Guardia Civil el Coronel del 32 Tercio al que seguían todos los Jefes y Oficiales, tanto del Tercio, como de la Comandancia. Abriendo la Procesión los estudiantes de Elche vistiendo uniforme con sus enseñas y el Pendón Morado de Castilla. Consolidadas tanto la Asociación como su Procesión, en el mes de Junio de 1959, aprovechando que S.A.R. el Príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón se encontraba en la Academia General del Aire, la Junta de Gobierno decide, siempre basados en las tradiciones de la Asociación en su primera etapa, nombrar al Príncipe de Asturias Primer Mayordomo. El acto se desarrolló en el Palacio de los Condes de Heredia Spínola (hoy Hotel Arco de San Juan), entregándosele a S.A.R. un pergamino con el nombra- miento e invistiéndole la capa roja del Sancti Spiritu. Estuvieron presentes entre otros el Marqués de Rozalejos, los Marqueses de Casa Tilly, Angela López-Higuera y Marín Baldo y, por supuesto, la Junta Directiva y el Rvdo. Antonio Moreno Imbernón. El Príncipe Juan Carlos agradeció a todos ellos el nombramiento y, sobre todo, la lealtad manifestada hacia su padre el Conde de Barcelona. En 1960 la Asociación, que ya se conocía en Murcia como "de los Estudiantes" y" de los Monárquicos", en atención al Prelado de la Diócesis, que por otra parte siempre manifestó su agrado al contemplar el orden, silencio y religiosidad del cortejo del Cristo de la Salud, quiso poder contemplar desde el balcón de su residencia la totalidad de la Procesión; para ello, el Viernes de Dolores, 12 de Abril, la procesión se concentró por completo en la plaza de Belluga, situándose alrededor de la fuente central y, dando cara al Palacio Episcopal, se rezó el Va Crucis, dirigido por el Rvdo. Juan Hernández; y después el cortejo prosiguió su marcha. El acto fue muy elogiado ya que se consiguió unir a esta nota de piedad la belleza plástica del trono y alumbrantes dentro del incomparable marco de la barroca plaza del Cardenal Belluga. En Octubre de 1962, como agradecimiento por su colaboración con esta Asociación en la investigación de documentos pertenecientes a su primera época, se nombra Mayordomos Honoríficos al Profesor comendatore Luigi Bonati, Administrador de la Santa Sede, y al Doctor Pietro de Angelis, Canciller-Archivero del Archihospital de Sancti Spiritu in Saxia de Roma, enviándoles un diploma acreditativo del nombramiento y aprobándose en la Junta de Gobierno cuidar el contacto con el mencionado Archihospital para que nunca se pierda la relación existente desde el siglo XVI. En ese mismo año comienza a consolidarse el proyecto de incluir en la procesión un trono con la imagen de la Santísima Virgen cuyo tercio lo compondrían mujeres. En un principio se pensó desfilar con la Virgen de la Soledad existente en la Iglesia de San Juan de Dios, pero considerando que por algunos sectores habían surgido críticas tachando a la Asociación del Santísimo Cristo de la Salud de no seguir las tradiciones de Murcia, se aprobó solicitar de la Parroquia de San Miguel la cesión de la talla de la Virgen del Primer Dolor, obra de Salzillo, ya que esta bella imagen es prototipo de las Dolorosas propiamente murcianas. Poco a poco se va consolidando el proyecto, por lo que en Febrero de 1963, el nuevo Teniente-Comendador José María Vinader López Higuera (elegido el día 3 de Enero de 1963) ofrece la camarería de la Virgen a Piedad Jover de Espinosa de Rueda, nombrando Cabo de Andas a José Guillén. Los gastos del nuevo trono y telas para las túnicas ascendieron a 40.000 pesetas; por lo que la Asociación volvió a encontrarse en aprietos económicos, a pesar de lo cual no dejó de realizar los donativos anuales al Hospital Provincial, Tienda Asilo y Sanatorio de Canteras. El Viernes de Dolores, 4 de Abril de 1963, todo está preparado para que la Procesión discurra por el itinerario fijado, con el nuevo Orden Procesional marcado por el Regidor Mayor: "... Heraldos y tambores Estandarte y tenebrarios, 1er - Tercio de penitentes, Trono del Stmo. Cristo de la Salud, 2° Tercio de penitentes, Representación de la Cofradía de Estudiantes de Elche, le' Tercio de Hermanas penitentes, Trono de la Stma. Virgen del Primer Dolor, 2° Tercio de Hermanas penitentes autoridades eclesiásticas, Excmo. Sr. Conde de Montemar como representante de S.A.R., Coronel de la Guardia Civil, seguido de Jefes y Oficiales Autoridades Civiles, Presidencia de la Asociación y Banda de Música..." (Libro de Actas de la Asociación. Folio 36). Por tanto, se presumía una extraordinaria brillantez en la Procesión de este año, que ya contaba con dos tronos y ciento ochenta asociados; pero cuando el cortejo llegó a la plaza de San Pedro arreció la lluvia que se había manifestado suavemente desde la salida y hubo de romperse el desfile llevándose al Cristo de la Salud a la Iglesia de San Bartolomé y la Santísima Virgen al Templo de Reparación de Santa Catalina. Una vez más la lluvia, tal como pasó en la otra gran fecha de la Asociación, su primera Procesión de Abril de 1957, frustró las ilusiones de los nazarenos del Santísimo Cristo de la Salud, que pudieron resarcirse en los años sucesivos ya que el ambiente primaveral acompañó los desfiles celebrados el 22 de Marzo de 1964 y el 9 de Abril de 1965. Como ya se ha expuesto, desde el primer momento, el deseo general de los Hermanos Hospitalarios era sacar la Procesión en la noche de Martes Santo, por lo que a pesar de que el Ordinario de la Diócesis impusiera en 1957 que su día de procesionar sería el Viernes de Dolores, por considerar que esa fecha quedaba un poco al margen de las grandes jornadas procesionales, las negociaciones, tanto con el Obispado, como con la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate, no se interrumpieron y por fin el 25 de Marzo de 1966 se firma el Decreto Episcopal autorizando la Procesión en la noche de Martes Santo. "Por el presente se autoriza a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Salud, de Murcia, para que según lo tienen concedido en sus propios Estatutos, pueda efectuar su desfile procesional en la noche de Martes Santo, de la presente y sucesivas Semanas Santas, delante de la cofradía del Cristo del Rescate. El horario de salida será las 9 de la noche, una hora antes de hacerlo la Hermandad del Rescate. Formando el con junto una sola Procesión. Lo que comunico a Vd. Por los efectos consiguientes" (Archivo de la Asociación. Reg. Entrada núm. 1 /1966) El gesto de las dos agrupaciones, dispuestas a compartir día e itinerario, produjo gran satisfacción en todos los amantes de la Semana Santa murciana. El Martes Santo, 5 de Abril de 1966, por primera vez desfilaron sucesivamente la Asociación del Santísimo Cristo de la Salud y la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate, y cuando al final la Procesión de la Salud llegó a la confluencia de la C/. Ceballos con la C/. de los Apóstoles, y en el mismo punto se encontraba el inicio del Cortejo del Rescate, los Regidores Mayores de ambas se cumplimentaron mutuamente. A partir de esa fecha la restaurada Asociación ya había alcanzado todos los objetivos que se propuso en 1957, consolidándose con un carácter propio, para mostrar, junto con la Cofradía del Cristo del Refugio y la Hermandad de Esclavos del Cristo del Rescate, la otra cara de la Semana Santa de Murcia. No sin problemas, transcurrieron las dos décadas siguientes, en las que la Asociación, con José María Vinader López-Higuera al frente, tuvo que luchar contra numerosas adversidades. Los jóvenes, en su mayoría estudiantes, que formaron el primer grupo, ya tenían una ocupación laboral, que en muchos casos les mantenía fuera de Murcia, de un lado, y de otro las Hermanas penitentes que en 1963 formaron el Tercio de alumbrantes de la Santísima Virgen del Primer Dolor, ya eran en su mayoría esposas y madres. Todo esto motivó que el número de participantes en la Procesión fuese decreciendo. Asimismo, la supresión del culto en la Iglesia de San Juan de Dios obligaba a tener cerrada, casi todo el año, la Sede Canónica de la Asociación, por lo que fue necesaria la adquisición de un local social donde guardar los tronos y poder reunirse. También en esos años se disuelve la Archicofradía de Estudiantes de Elche y la representación de la Guardia Civil ya no es tan nutrida como en la década de los 60. Sin embargo, como venía ocurriendo desde 1957, la prestancia de ánimo no decae en ningún momento se nombran nuevos Hermanos Honorarios a la Cofradía del Cristo de la Salud de Yecla, a la Hermandad del mismo nombre existe en Aljezares, a la Universidad de Murcia Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Ciudad. En 1974 muere Pedro Ballesta, Cabo de Andas del Santísimo Cristo de la Salud, tomando su puesto, de forma provisional, el Hermano Hospitalario Fernando Esteban Muñoz - su nombramiento efectivo se hizo en 1976-. Visto el lamentable estado que presentaba el trono que veinte años antes había sido regalado por la Cofradía del Cristo del Refugio, el Cabo de Andas presenta a la Junta de Gobierno varios bocetos para la realización de uno nuevo, aprobándose el realizado por Manuel Lorente, de Nonduermas (Murcia), que se estrenó el Semana Santa de 1976, siendo costeado casi el total de su importe (190.000 ptas) por los anderos. Siete años después la rotura de una vara en la C/. Trapería obligó a encargar a José Botía unas nuevas, realizándolas en pino de Oregón con una longitud de nueve metros, lo que hace que el trono sea uno de los más largos de cuantos figuran en las procesiones de Murcia. Al cumplirse treinta años de la primera salida procesional, en el Cabildo General Ordinario celebrado el Domingo de Ramos, 12 de Abril de 1987, a propuesta de un grupo de jóvenes nazarenos, encabezado por los Hermanos Hospitalarios Francisco Javier García Garrido y Patricio López López, se aprueba incluir en la Procesión un nuevo trono con la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Mercedes que desde el siglo XVIII recibía culto en la Iglesia de la Merced (PP Franciscanos); para lo que sería necesario trasladarla procesional mente desde dicha iglesia hasta la Sede Canónica de la Asociación, acordándose que dicho traslado se efectuaría todos los años el Sábado de Pasión. Con la inclusión de Nuestro Padre Jesús de las Mercedes en la Procesión de 1988 y la del paso de San Juan Evangelista en 1992, crece considerablemente el número de asociados; aumentándose a la vez el patrimonio de la Asociación con los dos tronos barrocos artísticamente tallados y los nuevos estandartes. A su vez la catequesis plástica de la Procesión se completa con cuatro tallas de gran valor pertenecientes a cuatro etapas artísticas distintas. El Santísimo Cristo de la Salud (siglo XVI), la Santísima Virgen del Primer Dolor (Francisco Salzillo, siglo XVIII), San Juan Evangelista (atribuido a Roque López, tránsito de los siglos XVIII al XIX) y Nuestro Padre Jesús de las Mercedes (Nicolás Salzillo, primer cuarto del siglo XVIII). El día 1 de Abril de 1993 fallece en Pamplona S.A.R. D. Juan de Borbón, Conde de Barcelona. Cumplido el luto en la Procesión de ese año y celebrado en la Iglesia de San Juan de Dios el Solemne funeral por su alma, el día 27 del mimo mes, con objeto de que no se rompa el vinculo con la Casa Real, la Junta de Gobierno acuerda remitir al limo. Sr. D. Fernando Almansa, Jefe de la Casa de S.M. el Rey, un dosier, solicitando que S.M. acepte el nombramiento de Hermano Mayor, así como el Príncipe de Asturias el de Primer Mayordomo. En noviembre de 1993 se reciben las credenciales tanto de S.M. el Rey, como del Príncipe, aceptando con gratitud los nombramientos. Tras las incorporación de los dos nuevos tronos, la Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Santísimo Cristo de la Salud, que cuenta ya con más de cuatrocientos Hermanos, presidida por José Miguel Noguera Celdrán, Teniente-Comendador desde el mes de Mayo de 1993, proyecta aumentar las actividades religiosas y caritativas sin perder el espíritu que movió en 1957 a reavivar la antigua Asociación. Siguiendo la idea de potenciar la vida de la Asociación, el 8 de Marzo de 1993 la Junta de Gobierno aprueba que a partir de este año en la noche del Sábado de Pasión se organizarán los traslados de las imágenes de Nuestro Padre Jesús de las Mercedes, San Juan Evangelista y La Virgen de Primer Dolor, hasta la Sede Canónica, de forma que se produzca frente a la fachada de la Santa Iglesia Catedral un "Encuentro" entre las tres. La ilusión vertida en el proyecto por los Hermanos Hospitalarios Francisco Javier García Garrido, Manuel Lozano Herrero y Esteban de la Peña Sánchez, Cabos de Andas de los Tronos, hizo posible que el día 3 de Abril el "Encuentro", dirigido por Ramón Jara Gil, resultase de una brillantez y religiosidad tal que desde ese momento ya se consideró como uno de las celebraciones importantes dentro de las programadas por las distintas Cofradías para los días de Semana Santa en la ciudad de Murcia. Igualmente, con el fin de recuperar paulatinamente la gran devoción que el Santísimo Cristo de la Salud tenía entre los murcianos, en el mes de Enero de 1994 se plantea que, además del Solemne Triduo Cuaresmal, el Ejercicio del Vía Crucis y la Procesión de Penitencia, sería conveniente, trasladar la imagen del Santísimo Cristo desde su Capilla al Altar Mayor de la Iglesia de San Juan de Dios, celebrándose a continuación una Misa Solemne y el Besapie al Venerado Titular. La Junta de Gobierno aprueba el proyecto, decidiendo que dicho acto se celebrará cada año el Miércoles de Ceniza. Como último acontecimiento destacable el 22 de Julio de 1997, con la presencia de autoridades civiles y religiosas, se recupera para el culto la Iglesia de San Juan de Dios. El Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo valorando que la Sede Canónica de la Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Cristo de la Salud está erigida en dicho templo desde 1540 encarga a la Cofradía de los cultos que se organicen en el mismo, lo que sin duda significará una nueva etapa dentro de la Historia de la Venerable Asociación.

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